La blefaroplastia también llamada lifting de párpados es una cirugía que devuelve frescura y juventud a la mirada. Con el paso del tiempo, la piel de los párpados se afloja, aparecen pliegues y bolsas, y los ojos pierden esa chispa que antes tenían. Esto no solo puede afectar la estética, sino que en algunos casos incluso llega a dificultar la visión.
Se trata de un procedimiento rápido, seguro y con resultados muy naturales, que corrige tanto el exceso de piel como las bolsas de grasa, logrando una mirada más abierta, descansada y luminosa.
Blefaroplastia superior
En los párpados superiores, la blefaroplastia elimina la piel sobrante que hace que el ojo se vea caído o cansado. Además de mejorar la estética, en casos donde la piel tapa parte de la visión, también ayuda a ver mejor. La incisión se hace sobre el pliegue natural del párpado, por lo que la cicatriz queda prácticamente invisible.
Blefaroplastia inferior
En los párpados inferiores el objetivo principal es eliminar las bolsas de grasa y las ojeras marcadas. Esas pequeñas protuberancias bajo los ojos se deben a acumulación de grasa y flacidez de la piel.
Según el caso, la cirugía puede realizarse por dentro del párpado (sin cicatriz externa) ideal cuando la piel está firme y solo hay que retirar o redistribuir grasa. O bajo las pestañas para eliminar bolsas y piel sobrante a la vez.
El resultado: un contorno de ojos más liso y una transición suave hacia la mejilla.
Más que estética: también es funcional
Aunque muchos pacientes buscan esta cirugía por motivos estéticos, la blefaroplastia también puede mejorar la visión cuando la piel caída del párpado superior bloquea parte del campo visual. Por eso, no es solo un cambio de imagen: en algunos casos, es también un cambio en la calidad de vida.
Recuperación rápida y resultados duraderos
La blefaroplastia se hace con anestesia local y sedación, y normalmente no requiere internación. En pocos días, la inflamación y los pequeños moretones disminuyen, y en una o dos semanas la mayoría de las personas retoman su rutina.
Los resultados pueden durar muchos años, manteniendo una mirada joven y natural. No detiene el envejecimiento, pero sí retrasa notablemente sus efectos visibles en el área de los ojos.